TRABAJO EN ALTURA

Trabajo temporal en altura
Cualquier actividad que exponga un trabajador al riesgo de caída de altura, se considera trabajo temporal en altura: estos riesgos deben eliminarse o minimizarse, mediante la adopción de medidas de protección adecuadas, de conformidad con la legislación en materia de salud y seguridad. Las medidas de protección utilizadas durante trabajos temporales en altura pueden dividirse en dos categorías:
  • equipos de protección colectiva (EPC). Son dispositivos que protegen del riesgo de caídas a más de un trabajador (andamios, barandillas, protecciones fijas para máquinas, etc.);
  • equipos de protección personal (EPP). Cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por un trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo (arneses, cascos, cuerdas, etc.), así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal efecto.
A la hora de elegir las medidas de protección más adecuadas para trabajos temporales en altura, prevalecen los equipos de protección colectiva sobre los equipos de protección individual. Cuando no sea posible utilizar EPC, será necesario emplear técnicas de acceso y posicionamiento con cuerdas y utilizar EPP para evitar las posibles caídas de altura. Esta elección tiene que estar justificada por una evaluación de los riesgos específicos que evidencie:
  • acceso imposible por otros medios;
  • aumento del riesgo en caso de utilización de otros medios;
  • intervención con carácter urgente justificada;menor riesgo en comparación con otras soluciones;
  • duración limitada de la intervención;
  • imposibilidad de modificar el lugar en el que se realiza el trabajo.

Clasificación de los EPP
Se define como equipo de protección individual (EPI) cualquier equipo destinado a ser utilizados por el trabajador para protegerse de determinados riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal efecto.
Los EPP se dividen en tres categorías:

  • Categoría I. EPP diseñados para proteger al trabajador de lesiones físicas leves (guantes, zapatos etc.);
  • Categoría II. EPP diseñados para proteger al trabajador de peligros graves inminentes (ej: cascos) o de daños derivados de una explosión prolongada (protectores auditivos, máscaras para evitar las inhalaciones tóxicas, etc.);
  • Categoría III. EPP diseñados para proteger al trabajador de un peligro de muerte o evitar lesiones graves permanentes (arnés, descensor, anillos de cuerda, conectores, etc.).
Para realizar cualquier trabajo en altura, es necesario recibir una información adecuada y una formación específica en el manejo de los EPP utilizados, especialmente aquellos contra caídas de altura. Además, es necesario disponer de un plan de emergencia para asistir a un trabajador en caso de accidente.


Análisis de riesgo
Los riesgos que pueden producirse durante una intervención temporal en altura pueden clasificarse de la siguiente forma:

  1. Riesgo prevalente - El riesgo principal al que está expuesto el trabajador, es decir, el riesgo de caída de altura.
  2. Riesgos ambientales - Decimos estos riesgos “objetivos” asociados al entorno, las características del sitio o las condiciones climáticas. Por ejemplo, riesgos de caída de objetos desde posiciones más elevadas, soportes resbaladizos, fallos estructurales, hundimiento de estructuras no destinadas a demolición, tala no controlada, exposición a riesgos medioambientales, mordeduras o picaduras de animales peligrosos o incendios.
  3. Riesgos concomitantes - Se trata de riesgos menos significativos, pero que pueden contribuir a que se produzca una caída (por ejemplo, mala adherencia del calzado, deslumbramientos, visibilidad reducida, golpes de calor, vértigo o sensación de desequilibrio).
  4. Riesgos consecuentes - Se trata de riesgos que pueden presentarse después de una caída en la que el trabajador permanece suspendido.

La persona puede estar:
consciente - La persona puede moverse, pero la suspensión prolongada eleva el riesgo de compresión de los vasos sanguíneos en las extremidades inferiores;
inconsciente - el trabajador ha perdido la conciencia y, pocos minutos sería suficientes para que sus funciones vitales empiezan a debilitarse.
En condiciones “normales”, una pérdida de conciencia provoca la caída al suelo: se trata de un mecanismo de defensa del cuerpo
humano para que la sangre pueda fluir mejor hacia el cerebro. En cambio, si una persona queda suspendida inconsciente, la postura no facilita la circulación sanguínea que además se agrava por la presión que el arnés que el arnés ejerce en el cuerpo.


Reducción de riesgo
Una vez realizado el análisis de riesgos, es necesario aplicar las medidas de seguridad adecuadas para el acceso y la sujeción en la intervención temporal en altura. En lo que respecta al acceso, la solución debe elegirse después de valorar la frecuencia de acceso, la altura y la duración de la intervención. Las idas y venidas entre el sistema de acceso y plataformas, andamiajes o pasarelas no deben aumentar los riesgos de caída.
Los requisitos básicos para reducir el riesgo de caída son los siguientes:

  • condición física y mental adecuada del operador;
  • trabajador con una información y una formación suficientes para las operaciones asignadas;
  • formación continua del trabajador a cargo de personal cualificado en técnicas de trabajo, maniobras de rescate y procedimientos de emergencia.

El informe de evaluación de riesgos debe indicar también los riesgos residuales, esto es, los riesgos que continúan presentes incluso después de adoptar todas las medidas de seguridad posibles.


Procedimiento de emergencia
La evaluación de riesgos debe incluir un procedimiento específico para asistir a un trabajador que quede suspendido tras una caída. Los equipos que realice una intervención temporal en altura debe contar con suficientes integrantes con la formación necesaria para efectuar el procedimiento de emergencias individualmente. También debe prepararse un procedimiento especial de alerta a los servicios de rescate.


Sistema de protección personal


La combinación de diferentes EPP permite crear sistemas que permiten proteger al trabajador en el caso de una caída de altura y evitar o detener la caída. Pueden clasificarse de la forma siguiente.


Un sistema de retención limita el movimiento del trabajador, de modo que no pueda alcanzar la zona en la que pueda producirse una caída. Este sistema no está pensado para detener una caída sino para evitar que se produzca. Tampoco es adecuado en situaciones donde el trabajador necesite la sujeción del arnés.

Un sistema de posicionamiento en el punto del trabajo no sirve para detener una caída, sino que se utiliza en combinación con un sistema anticaída adecuado. Estos sistemas permiten que el trabajador, pese a estar en una posición incómoda, pueda usar las dos manos libremente. Los dispositivos de posicionamiento fijan las anillas laterales (EN 358) y/o frontal (EN 813) del arnés al punto de anclaje o a la estructura fija. Una vez ajustado, aguantan cómodamente el peso del trabajador.

Un sistema anticaída se utiliza para detener la caída de un trabajador limitando la fuerza que recibe el cuerpo durante este proceso. Este sistema permite al trabajador llegar a zonas o posiciones en las que existe riesgo de caída libre y, en caso de caída, limita la distancia de la misma hasta detenerla. Un sistema anticaída incorpora un dispositivo de disipación de energía, que mantiene la fuerza dentro de los valores que tolera el cuerpo humano. Antes de su utilización, es necesario tener en cuenta los conceptos del factor de caída y la distancia libre de caída.

Un sistema de acceso mediante cuerda permite al trabajador trabajar en suspensión y evitar o detener posibles caídas. El sistema consta de una línea de trabajo (W) y una línea de seguridad (S), fijadas por separado a la estructura, pero ambas enganchadas al arnés del trabajador. El trabajador puede descender y ascender o permanecer suspendido en una posición de trabajo. La línea de seguridad actúa solamente en caso de problemas con la línea de trabajo o si el trabajador comete un error.


Un sistema de rescate permite a un trabajador autorrescatarse o rescatar a otros. Permite el izado o el descenso de una persona herida a un lugar seguro.




Tipo de arnés
El arnés es un dispositivo de sujeción del cuerpo imprescindible en los trabajos temporales en altura. El arnés permite conectar al trabajador con su sistema de protección y, en algunos casos, puede mantenerlo suspendido o sujetarle al detener una caída. Pueden clasificarse como se ilustra a continuación.

Acceso con cuerda
Se considera un trabajo de acceso con cuerda cualquier intervención en la que el trabajador debe descender con el apoyo de una cuerda por una pared vertical o a lo largo de una superficie con una inclinación superior a 30°. Existen varias situaciones posibles, que se diferencian en función de la forma de entrar y salir de la zona de trabajo:
  • AA (arriba - arriba). Zona de trabajo con entrada y salida desde arriba. En el caso que abajo del talud hay algo que impide la evacuación (por ejemplo, un rio) el operador desciende por una cuerda previamente fijada a la parte superior del talud (acceso desde arriba). Al final de la intervención, asciende de nuevo por la cuerda para volver al punto de origen (salida por arriba).
  • AB (arriba - abajo). Zona de trabajo con entrada desde arriba y salida desde abajo. Es la opción más común, el operador llega al punto de bajada en la parte superior del talud (entrada desde arriba), desciende por el talud hasta el punto de trabajo y finalmente llega al suelo (salida por abajo).
  • BB (abajo - abajo). Zona de trabajo con entrada y salida desde abajo. En el caso que no sea posible subir en la parte superior del talud pasando por otro camino. El operador arma una línea de vida vertical o trasversal (utilizando pernos expansivos u otros sistemas) hasta llegar a su punto de trabajo (entrada desde abajo) y al termine baja al suelo.

Durante el acceso con cuerda, es necesario utilizar dos cuerdas semi-estaticas EN 1891-A, denominadas:
  • línea de trabajo, en la que se instala el descensor EN 12841 (tipo C) o el bloqueador EN 12841(tipo B);
  • línea de seguridad, a la que se conecta un dispositivo anticaída EN 12841 (tipo A), conectado a la anilla esternal o dorsal del arnés EN 361. De este modo se garantiza la seguridad del operador en caso de fallo de la línea de trabajo;

Además, se cuenta siempre con una cuerda de emergencia de una longitud suficiente, puesta en la parte superior del talud (caso AA o AB) o al costado de la cuerda de trabajo (caso BB), y con un kit de rescate (poleas, descensor, multianclajes, bloqueadores). Cuerda y kit de rescate deben estar siempre a punto para poder utilizarse en caso de emergencia, ya que permitirán de llegar al eventual operador en apuros y rescatarlo de inmediato. 

Descenso con cuerda y trabajo en suspension
Para descender, el operador utiliza un descensor autofrenante, sujetando el extremo libre de la cuerda con una mano y presionando la palanca del descensor con la otra.
Para trabajar suspendido, el operador pone el descensor autofrenante en posición de bloqueo/stand by de esta manera la cuerda permanece frenada. El dispositivo anticaída está fijado en la línea de seguridad en la posición más alta posible para reducir el factor de caída.

Ascenso por cuerda
Cuando se utiliza un descensor autofrenante que permite la subida es posible alternar fácilmente entre los modos de descenso y ascenso. Para hacerlo, el operador debe insertar, en la línea de trabajo encima del descensor autofrenante, un bloqueador de puño con su pedal. Para iniciar el ascenso el operador tira simultáneamente con una mano de la empuñadura del bloqueador y, con la otra, la cuerda que sale del descensor, al tiempo que se impulsa hacia arriba con la pierna en la que tiene colocada el pedal. A continuación, deja de hacer presión y, suspendido del descensor, sube el puño bloqueador por la cuerda, al tiempo que sube las piernas y repite el primer movimiento. En un talud inclinado, es posible ascender sin utilizar el pedal.
En el caso de que el descensor no permita la subida o el tramo que se tiene que subir es largo se utilizara un bloqueador ventral luego del descensor.



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